lunes, 15 de junio de 2015

Hacé la tuya

- Hacés muy bien en estudiar, eso te va a dar la posibilidad de progresar en el futuro.

- Sí, eso espero… es un esfuerzo necesario.


- Olvidate, y no te hagas problema por si tus amigos laburan y no siguen una carrera porque cuando ya estés recibido vas a ganar mucho más y compensar con creces.

- Sí, yo creo que sí. Por otra parte quiero ayudar a que mejoren las cosas.

- ¿Qué cosas?

- Y… el país.

- ¿Pero qué, estudias para mejorar el país?

- Sí, claro.

- Ah no, el país está mal por otra cosa, por la corrupción, por la inoperancia, pero vos con eso no podés a cambiar las cosas. El sistema es muy grande.

- Pero justamente si falta gente capaz y honesta, yo cuando me reciba podría aportar.

- Mira pibe, esta genial la idea, pero en la realidad eso se maneja por intereses. No te van a hacer llegar a una posición importante por capacidad y honestidad. Vos “hace la tuya”, capacítate bien, laburá, ganá mucha plata y con eso disfruta, arma una familia o lo que quieras, es lo más conveniente. ¿Para qué complicarte la vida enfrentando algo que no vas a poder cambiar?

- Varios de mis compañeros en la facu creo que piensan lo mismo que vos, pero es lo que me dicta mi conciencia ahora.

- Está bien, si lo sentís hacelo. Pero mira mi hijo por ejemplo. Ya hace unos años entro en una empresa importante y ahora lo ascendieron. Se está construyendo una casita de fin de semana en un country en las afueras y cada tanto se va con la mujer y la hija de vacaciones a algún lugar lindo. La vida es corta, hay que tratar de disfrutarla lo más posible.

- Ya sé que dedicar mi tiempo a esto no será un camino fácil o conveniente. Pero también tengo mis otros proyectos de vida.

- Pasa que cuando se te vienen todas las responsabilidades encima, tenés que elegir inevitablemente.

- Me gusta pensar que puedo ayudar en algo. Con una tarea, con una aporte, con una opinión, o con algo, pero sino siento que también soy cómplice de que las cosas no funcionen como creo deberían.

- Ah, pero no te sientas culpable si los que deberían hacer las cosas bien no las hacen.

- Es verdad, pero si no hago nada no va a dejar de ser así espontáneamente.

- Es que es lo que te digo, aunque hagas, estás solo, yo sé que sos un pibe muy capaz, pero no podés hacer milagros.

- Entiendo lo que decís, seguramente con lo que haga no alcance, deberíamos ser muchos, pero al fin y al cabo, todos pensamos lo mismo y no hacemos nada.

- Seguí tus convicciones. Hace lo que consideres, yo sólo te advierto.


El joven se recibió sin complicaciones. Recibió un interesante ofrecimiento laboral en el interior del país en el cual participó por varios años, para luego establecer una familia. Durante todos esos años nunca pudo llevar a la práctica las ideas para ayudar al país que tenía. Las ocupaciones primero y el querer disfrutar de su vida familiar fueron acaparando su tiempo.


El hombre veterano continuo con su vida tranquila y siguió cuestionando a los políticos. Tras varios robos durante las vacaciones, su hijo vendió la casa del country y se mudo con su familia al exterior. El padre, todos los fines de año los visita y trata sin éxito de convencerlo para que vuelva.

"Hacé la tuya" - MGP