jueves, 10 de septiembre de 2015

El derecho a la prescripción

Soy un ferviente defensor de que cuando en un sistema complejo muchas funciones son defectuosas, la manera de restituir un correcto funcionamiento es empezando de nuevo asegurando el cumplimiento de lo más básico.

Esta teoría es aplicable a un sistema informático, a una instalación eléctrica de emergencia, y ¿por qué no? a otros campos no tan técnicos.

Existen garantías que deben ser aseguradas para cualquier acusado en una causa judicial. Existen distintas instancias judiciales. Existen infinidad de causas. Existen errores intencionales y no intencionales.  Etc.  El sistema judicial es un sistema complejo.

Un funcionamiento erróneo llega a evidenciarse ante ineptitudes de las más básicas, que no deberían poder ocurrir. Voy a citar, simplemente por tomar un ejemplo: “La tragedia de Ecos”.

El hecho.
El accidente. El 8 de octubre de 2006 un ómnibus de la empresa Godoy que transportaba al contingente de alumnos y profesores de la escuela porteña fue embestido por un camión en la ruta 11, a la altura de la localidad de Margarita, al norte de Santa Fe.
Los alumnos del colegio Ecos regresaban de un viaje solidario a Chaco para visitar la escuela rural El Paraisal, que el Ecos apadrina desde 1994, cuando se produjo la tragedia vial, unos 200 kilómetros al norte de la capital de la provincia.
El micro que trasladaba a los alumnos y a directivos del colegio chocó frontalmente contra un camión manejado por un conductor en estado de ebriedad. Por el tremendo impacto, perdieron la vida nueve chicos y una profesora, además del chofer del camión y su acompañante.
El Ministerio de Educación instauró la fecha del 8 de octubre como "Día del Estudiante Voluntario" y la incorporó a la agenda escolar para que en todas las escuelas se realicen actividades alusivas.

Algunos recortes de portales de información que resumen la evolución de la causa.
Tras una serie de vaivenes en el trámite de la causa y a casi siete años de ocurrida la denominada "Tragedia de Ecos", la Justicia falló por tercera vez sobre el caso y así cerró una nueva etapa que podrá ser apelada nuevamente, por tratarse de una sentencia de primera instancia.
A tres años de ocurrido el accidente el juez de Instrucción Penal de Reconquista Jorge Galbusera, dictó sentencia en el trámite iniciado contra el conductor del colectivo, a quien absolvió. Sin embargo la Cámara de Apelaciones de Vera revocó el fallo y el expediente volvió a primera instancia. De este modo, la causa pasó al juez Virgilio Palud, quien dictó una sentencia contra Atamañuk en la que lo condenó a tres años de prisión efectiva. Esa decisión resultó anulada por un error cometido por el juez, quien no indagó al imputado, por lo cual la medida fue recurrida.
Finalmente, la causa regresó una vez más a primera instancia y recayó nuevamente en el Juzgado de Reconquista, cuyo subrogante, el juez de menores Jorge Fernández, dictó el lunes último una condena de dos años y seis meses de prisión más cinco de inhabilitación para conducir.
9 de diciembre del 2014
La Justicia de Santa Fe decidió la prescripción de la causa de la tragedia del colegio Ecos, en la que murieron nueve alumnos y su profesora en octubre de 2006. La decisión provocó el enfado de los familiares de las víctimas, que informaron que apelarán a la Corte provincial.
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Conclusión: Un hecho donde donde murieron 9 chicos lleva 9 años y en el mejor de los casos (que no prescriba) tiene para varios años más. Es evidente que hay un mal funcionamiento para que esta sea la situación.

A esta situación bien se podría asociar la conocida frase La justicia que es lenta no es justicia.

Por lo general, se le contrapone: Pero una justicia sin garantías tampoco es justicia”

Entonces se tienen dos variables contrapuestas. Garantías vs Velocidad de ejecución.

Pero como una vez que se pierden garantías no se puede volver atrás, mientras que tardando un poco más en las resoluciones no es tanta la gravedad. La primera tiene prioridad por sobre la segunda. Se deben asegurar las garantías y una vez cumplido esto, ejecutar.

El problema viene cuando el tiempo de ejecución se hace tan largo que se convierte en un perjuicio por sobre las víctimas. Es un factor a priori no tenido en cuenta. Además de que si el tiempo es demasiado extenso la causa puede prescribir.

La pregunta que yo me hago, pensando en el ejemplo es. ¿La enorme lentitud se debió realmente a asegurar garantías?
Yo creo que no.
Pienso que las deficiencias del sistema utilizan como escusa que el tiempo se debe a asegurar garantías, pero que esto podría hacerse con mayor rapidez.
Obviamente que no es cosa fácil. Por eso es más fácil dejar todo como está.

Es imprescindible una reforma judicial, ajena a intencionalidades políticas, que busque concretamente mejorar el tiempo de ejecución, no a costa de las garantías sino de mayor orden, control y simplicidad de los procesos judiciales.

Que no haya tantas instancias de apelación, que haya un control objetivo ante errores groseros en los fallos judiciales, que existan causas de mayor prioridad (cuando involucran homicidios y violaciones), que los plazos previstos se cumplan efectivamente, que todos los cargos estén ocupados con nombramientos efectivos a través de concursos que se realicen con frecuencia y trasparencia, etc.


Debería ser una prioridad a impulsar por los próximos gobernantes y legisladores de distintos partidos, porque el derecho a la prescripción existe y seguirá existiendo, pero no corresponde que la ineficiencia judicial sea la que posibilite hacer su uso desmedido y adrede.