Soy un
ferviente defensor de que cuando en un sistema complejo muchas funciones son
defectuosas, la manera de restituir un correcto funcionamiento es empezando de
nuevo asegurando el cumplimiento de lo más básico.
Esta
teoría es aplicable a un sistema informático, a una instalación eléctrica de
emergencia, y ¿por qué no? a otros campos no tan técnicos.
Existen
garantías que deben ser aseguradas para cualquier acusado en una causa
judicial. Existen distintas instancias judiciales. Existen infinidad de causas.
Existen errores intencionales y no intencionales. Etc. El
sistema judicial es un sistema complejo.
Un
funcionamiento erróneo llega a evidenciarse ante ineptitudes de las más básicas,
que no deberían poder ocurrir. Voy a citar, simplemente por tomar un ejemplo:
“La tragedia de Ecos”.
El
hecho.
El accidente. El 8 de octubre de 2006 un ómnibus de la
empresa Godoy que transportaba al contingente de alumnos y profesores de la
escuela porteña fue embestido por un camión en la ruta 11, a la altura de la
localidad de Margarita, al norte de Santa Fe.
Los alumnos del colegio Ecos
regresaban de un viaje solidario a Chaco para visitar la escuela rural El
Paraisal, que el Ecos apadrina desde 1994, cuando se produjo la tragedia vial,
unos 200 kilómetros al norte de la capital de la provincia.
El micro que trasladaba a los
alumnos y a directivos del colegio chocó frontalmente contra un camión manejado
por un conductor en estado de ebriedad. Por el tremendo impacto, perdieron la
vida nueve chicos y una profesora, además del chofer del camión y su
acompañante.
El Ministerio de Educación
instauró la fecha del 8 de octubre como "Día del Estudiante
Voluntario" y la incorporó a la agenda escolar para que en todas las
escuelas se realicen actividades alusivas.
Algunos
recortes de portales de información que resumen la evolución de la causa.
Tras una
serie de vaivenes en el trámite de la causa y a casi siete años de ocurrida la
denominada "Tragedia de Ecos", la Justicia falló por tercera vez sobre
el caso y así cerró una nueva etapa que podrá ser apelada nuevamente, por
tratarse de una sentencia de primera instancia.
A tres
años de ocurrido el accidente el juez de Instrucción Penal de Reconquista Jorge
Galbusera, dictó sentencia en el trámite iniciado contra el conductor del
colectivo, a quien absolvió. Sin embargo la Cámara de Apelaciones de Vera
revocó el fallo y el expediente volvió a primera instancia. De este modo, la
causa pasó al juez Virgilio Palud, quien dictó una sentencia contra Atamañuk en
la que lo condenó a tres años de prisión efectiva. Esa decisión resultó anulada
por un error cometido por el juez, quien no indagó al imputado, por lo cual la
medida fue recurrida.
Finalmente,
la causa regresó una vez más a primera instancia y recayó nuevamente en el
Juzgado de Reconquista, cuyo subrogante, el juez de menores Jorge Fernández,
dictó el lunes último una condena de dos años y seis meses de prisión más cinco
de inhabilitación para conducir.
9 de
diciembre del 2014
La Justicia de Santa Fe decidió la prescripción de la causa de la
tragedia del colegio Ecos, en la que murieron nueve alumnos y
su profesora en octubre de 2006. La decisión provocó
el enfado de los familiares de
las víctimas, que informaron que apelarán a la Corte provincial.
.
Conclusión:
Un hecho donde donde murieron 9 chicos lleva 9 años y en el mejor de los casos
(que no prescriba) tiene para varios años más. Es evidente que hay un mal
funcionamiento para que esta sea la situación.
A esta situación
bien se podría asociar la conocida frase “La justicia que es lenta no es
justicia”.
Por lo
general, se le contrapone: “Pero una justicia sin garantías tampoco es
justicia”
Entonces
se tienen dos variables contrapuestas. Garantías vs Velocidad de ejecución.
Pero como
una vez que se pierden garantías no se puede volver atrás, mientras que
tardando un poco más en las resoluciones no es tanta la gravedad. La primera
tiene prioridad por sobre la segunda. Se deben asegurar las garantías y una vez
cumplido esto, ejecutar.
El
problema viene cuando el tiempo de ejecución se hace tan largo que se convierte
en un perjuicio por sobre las víctimas. Es un factor a priori no tenido en
cuenta. Además de que si el tiempo es demasiado extenso la causa puede
prescribir.
La
pregunta que yo me hago, pensando en el ejemplo es. ¿La enorme lentitud se
debió realmente a asegurar garantías?
Yo creo
que no.
Pienso
que las deficiencias del sistema utilizan como escusa que el tiempo se debe a
asegurar garantías, pero que esto podría hacerse con mayor rapidez.
Obviamente
que no es cosa fácil. Por eso es más fácil dejar todo como está.
Es
imprescindible una reforma judicial, ajena a intencionalidades políticas, que
busque concretamente mejorar el tiempo de ejecución, no a costa de las
garantías sino de mayor orden, control y simplicidad de los procesos
judiciales.
Que no haya tantas instancias de apelación, que haya un control objetivo ante errores groseros en los fallos judiciales, que existan causas de mayor prioridad (cuando involucran homicidios y violaciones), que los plazos previstos se cumplan efectivamente, que todos los cargos estén ocupados con nombramientos efectivos a través de concursos que se realicen con frecuencia y trasparencia, etc.
Debería
ser una prioridad a impulsar por los próximos gobernantes y legisladores de
distintos partidos, porque el derecho a la prescripción existe y seguirá existiendo,
pero no corresponde que la ineficiencia judicial sea la que posibilite hacer su
uso desmedido y adrede.
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