jueves, 26 de febrero de 2015

¿Qué les sirve de nosotros a las nuevas generaciones?

Para un joven de cualquier época, el mundo es una especie de lugar estático, con reglas definidas en el que las costumbres presentes son las habituales y únicas posibles. Casi es imposible imaginar como se hacía para vivir de otra manera, aunque se trate sólo de 15 años atrás.  
Situándonos en las generaciones actuales, una particularidad destacable es la velocidad de satisfacción de necesidades. 
(Aclaración: Sobretodo en aglomeraciones urbanas).


Por ejemplificar, en muchos casos el acceso a información es tan rápido que casi no pasa por un análisis profundo de la conciencia.


Los cambios generacionales son inevitables.
 ¿Pero existen y es posible rescatar ciertas habilidades valorables de la “era analógica”?, por denominar así al siglo pasado.


(No confundir con esto a las prácticas llevadas por docentes y personas que imponen mantener la misma estructura que se utilizaba a principio de siglo y que no hacen más que ahuyentar al joven o estudiante mejor predispuesto).

"El individuo se forma tomando herramientas de su cultura, y ese proceso no puede ser independiente de las costumbres de sus antecesores. Sin embargo, tendrá que diferenciar que rescatar y que desechar. Este proceso en muchos casos es natural, pero de todas maneras, acciones concretas que adoptemos pueden marcar un rumbo para ellos."



Algunos posibles valores de la era analógica a rescatar:

- Paciencia.
- Tolerancia.
- Creatividad frente a recursos limitados.

-¿Cuáles más agregarían?



¿Es posible?
Si. Pero a partir de nuevos desafíos. Obligando a un chico a memorizar en exceso, a aceptar al otro por imposición, a resolver tareas por caminos lentos no es la forma.

Paciencia. Se deben experimentar con procesos que imprescindiblemente requieran de tiempo, y que sean reivindicados. (Ejemplo: El crecimiento de una planta, el desarrollo de una historia, la evolución propia del desarrollo de nuevas habilidades, etc.)

Tolerancia. Discusiones al borde de la ética se ven seguido en redes sociales. El pseudo-anonimato potencia esto. Una dinámica que podría plantearse es fomentar debates entre integrantes de un grupo por medios es virtuales y en un momento juntar a las partes “cara a cara” y mediar, guiando la llegada a conclusiones superadoras. Suelen trabajarse muchas dinámicas de trabajo respecto a tolerancia pero pocas adaptadas a los nuevos tiempos.

Creatividad realista. Hay recursos que son infinitamente superiores que en otras épocas, pero seguimos viviendo en un mundo real, y por ende con recursos limitados. Plantear proyectos con metas reales y definidas puede ayudar a desarrollar la habilidad.


Si bien, en cierta medida parecieran ideas a implementar en instituciones educativas. "Gran parte de la educación se da en las casas, oculta en pequeñas acciones, por lo que estas metas sería bueno que se tengan presentes en la cotidianidad de los hogares."

Para que el futuro de nuestra cultura no nos pase por arriba sino que fluya a través de nosotros hacia nuestros predecesores con un criterio inteligente.

4 comentarios:

Martín dijo...

Es interesante el planteo, pero más que interesante, es necesario. Considero que una buena parte del problema parte justamente en la divisoria de aguas que se piensa entre ambas generaciones. En mi caso singular, tengo un pie en cada una, no soy un nativo digital, pero sin embargo he adoptado buena parte de esas tecnologías en mi juventud, y creo que en algunas cuestiones se trata de hacerle lugar y escuchar lo que tienen para decir y preguntar a las nuevas generaciones. De otra manera, la brecha en la comunicación será insalvable.

Anónimo dijo...

Creo que pedagógicamente habría que hacer convivir la tecnología con la vida cotidiana. No solo en el colegio sino también en casa, y desarrollar otras habilidades que durante años quedaron relegadas, como la creatividad. Muchos problemas cotidianos se pueden resolver si expandimos la mente, y creo que el aprendizaje de las cosas sería más fácil y divertido.

Mariano Gabriel dijo...

Estimado Martin, gracias por comentar.

La brecha actual aunque se vuelva insalvable va a dejar de existir en algún momento. (A medida los analógicos vayan abandonando este mundo).

Mi planteo apunta a que en el presente plantemos las semillas que germinen del otro lado, cuando ya no estemos.

Mariano Gabriel dijo...

Coincido totalmente Johanna.

Además hay infinitos caminos para lograr la integración generacional.

Y como comentás, superada las dificultades iniciales el desafío puede volverse algo fácil y divertido, aumentando así las posibilidades de éxito.