sábado, 6 de diciembre de 2014

Qué se debe enseñar antes de la Universidad

Por diversas razones considero que he podido verificar cuál es el principal reclamo de un alumno de escuela secundaria promedio.
La frase es: “¿Para qué me sirve aprender esto?”
A veces la pregunta no llega al docente, a veces sí.
Pero en cierta forma, éste no suele poder dar una respuesta muy concreta, no tiene porque saberlo. 

Es lógico que para conocimientos básicos como lectura o aritmética se puede dar una explicación.
Pero más adelante el alumno puede decir:
"¿Para qué me sirve aprender derivadas?", "¿Para qué me sirve el análisis sintáctico?", "¿Para qué me sirve aprender de memoria geografía si tengo Google earth?", "¿Para qué me sirve aprender la estructura de una célula vegetal?", "¿Para qué me sirve aprender la historia de sociedades que no se parecen a la actual en prácticamente nada y teniendo Wikipedia?", Etcétera.
El docente que se enfrente a estas preguntas puede ser considerado un valiente.
Porque son preguntas lógicas, yo mismo me hice alguna de ellas.
Durante el estudio de mi carrera profesional me encuentro con varios conceptos que ciertamente  fueron de utilidad y otros no los volví a ver nunca más.

La idea actual de la secundaria es darte conceptos básicos de todas las ramas del conocimiento a las cuales te puedas dedicar, pero sin explicar para qué o cómo servirán, "eso se verá más adelante".
Se presentan algunos inconvenientes:
  •  Desde la perspectiva del alumno, es una pérdida de tiempo. Por lo que se lo desmotiva más.
  •  Un importante porcentaje de los alumnos no se recibirá de una carrera universitaria para completar el proceso formativo de esas disciplinas, de modo que se quedan con una idea inconclusa y poco práctica del tema.
Con esto quiero decir que debería reverse el sistema que se está utilizando.

Por decir un ejemplo, al alumno que evidentemente tiene condiciones e interés en el arte se lo obliga a estudiar el mismo nivel de matemática que el que tiene condiciones para matemática.
Esto es una pérdida de recursos. Podría potenciarse las aptitudes de cada individuo.

Una estructura mucho más eficiente sería:

- Formación General. Se ven todas las disciplinas actuales pero con una visión práctica. Es decir, solamente las aplicaciones que se requieren de cada una, en la vida cotidiana.

- Formación Específica. En las áreas que decida el alumno, se ven conceptos con mayor profundidad. Con grupos docentes por especialidad, integrados a sus respectivas instancias educativas superiores para intercambio de información acerca de conocimientos requeridos y aplicaciones concretas.

Una primera aproximación a esto son las escuelas secundarias con orientaciones. Pero se da que el período de formación general es el mismo de siempre, a costas de mayores posibilidades para la formación específica.



Por último, si un despliegue como el que planteo es demasiado ambicioso para realizar en lo inmediato, propongo una alternativa más accesible.
Con las nuevas fuentes de comunicación e información, los alumnos pueden disponer de conocimientos con gran velocidad. Pero hay algunas pocas herramientas que son imprescindibles y que deben ser la principal prioridad de cualquier institución educativa, pues son difíciles de obtener en otro lugar.
  •    Comprensión Lectora
  •     Pensamiento lógico/matemático
Deben duplicarse las horas para fortalecer estos pilares en la educación. Porque con ellos el joven puede profundizar en el tema que le interese, sea cual fuese en el futuro.

A veces se trata de abarcar demasiados contenidos y se pierde profundidad en los esenciales.




Mal que le pese a los docentes de esas áreas, reduciría las horas dedicadas a geografía e historia. En el primer caso, optimizando los tiempos con recursos tecnológicos actuales y en el segundo resumiendo la profundidad de los contenidos referentes a períodos históricos que no representan conceptos de utilidad para las generaciones presentes.
Incorporo dos aspectos más que también son relevantes para incentivar, pero una vez cumplido el objetivo primero.
  •             Creatividad
  •             Integración Social

El tema da para hablar mucho más.


Para finalizar, una reflexión:

El principal mal que sufre la estructura educativa tradicional es la desmotivación de los alumnos.

Puede atribuirse a factores sociales, culturales, relacionado a los docentes, etc.

Pero también es cierto que ahora la información llega a los jóvenes por muchos caminos antes que por la escuela. Y no se valora lo que se tiene tan fácilmente y no se sabe para qué sirve.

Brindémosle a los alumnos las herramientas básicas para entender de que se tratan las cosas y mostrémosles uno horizonte de utilidad para el conocimiento. Sólo así podremos hacer que ellos y sólo ellos, quieran recorrer el camino que es la educación.  

2 comentarios:

Martín dijo...

Mariano, me parece muy interesante que en tu crítica a la educación secundaria arriesgues una propuesta. La desmotivación del alumnado responde a muchas cuestiones, pero es interesante recalcar que hasta hace más o menos 20 años la educación formal, sea la escuela primaria, secundaria o incluso la educación superior tenían lo que se puede llamar "monopolio de la información", es decir, era el único canal por el cual uno podía acceder a la información. Allí se dictaban clases con bibliografía específica que cubría los contenidos a aprender. La única oportunidad, prácticamente, para un niño, adolescente o joven para aprender era aprovechar esos espacios. Actualmente esa situación cambió, la escuela ahora compite en el acceso a la información con los medios masivos de comunicación, principalmente con el Internet. Si uno compara los mecanismos y las estructuras que soportan ambos canales, se da cuenta que el internet es mucho más veloz y eficaz para acceder a la información que la escuela. Esto, los alumnos lo notan rápidamente y eso los desmotiva. Es entre otras cuestiones la razón por la cual los chicos a veces no le encuentran el sentido a la escolaridad. Respecto a qué contenidos jerarquizar, creo que habrá tantas respuestas como personas, yo por ejemplo no reduciría la carga horaria de Historia en tanto considero que de cada período histórico la humanidad tiene "lecciones" que aprender (o, mejor dicho, que no olvidar) y pienso que una sociedad sin un pasado claro, no tiene futuro.
Más allá de ello, el desafío de la educación es intentar integrar las nuevas tecnologías y adaptarse a las nuevas condiciones para poder sostenerse desde algo más que como guardería o por tradición. No hay que olvidar que la escuela moderna no tiene más de 150 años de existencia y la humanidad transmitió conocimientos antes de ella mediante otros dispositivos.

El tema es muy extenso y hay muchísimos más factores que podríamos agregar. Sin embargo, ejercitar una crítica no sólo es interesante, sino necesario.

Mariano Gabriel dijo...

Creo que lo que resaltás respecto a que por primera vez hay un medio de información más veloz que la estructura tradicional por la que se llega al conocimiento es el aspecto más revolucionario de internet.

Respecto a las decisiones curriculares, hubiera sido muy simplista proponer que horas aumentar sin decir de donde reducir.

Obviamente, debería estudiarse y decidirse con una mayor justeza que las ideas introductorias que propongo.

Cuando digo: "resumiendo la profundidad de los contenidos referentes a períodos históricos que no representan conceptos de utilidad para las generaciones presentes." me refiero principalmente a los períodos anteriores a la revolución francesa. Son temas muy interesantes pero creo que se los podría resumir más, (no suprimir, rescatar lo más importante) y que sus implicancias son menores en la realidad presente que lo que vino después.

Una alternativa que ahora se me ocurre mejor, por ejemplo, con esas horas suprimidas, en realidad reemplazarlas por práctica de lectura y que en varios casos los textos justamente hablen de historia. Y más adelante de civismo.